Estoy sentado en el colectivo, en los asientos del fondo. hay muy poca gente.
Se baja una señora, quedamos 3.
Pasan un par de paradas y se bajan los otros 2. Quedé solo.
El chofer me mira por el espejo retrovisor, nuestras miradas se clavan, el lo sabe muy bien, yo también.
Hago uso de mi derecho como argentino y le digo "jefe, doble en la próxima a la derecha hasta saraza y siga por ahí que yo le aviso". Asiente con la cabeza y dobla.
La Ley del último.
Un hombre puede soñar.
2 comentarios:
Jajajaja.
Muy bueno.
sos groso
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